Proyecto Aloum
CAPÍTULO 01 - EL INICIO DE UN SUEÑO
El hombre no conoce aún vida extraterrestre inteligente, pero sigue buscándola.
El 25 de octubre de 3052 parece haber dado con un primer indicio.
El sensor de gran alcance con una potencia nunca antes conocida por la humanidad, ha detectado señales de radio procedentes de un lejano planeta al que hemos bautizado "Primero", porque creemos que será nuestro "primer contacto".
Esta es la fotografía más cercana que hemos obtenido del planeta. No se aprecian señales de vida, pero la inteligencia artificial que lo analiza determina alta probabilidad de contacto.
¿Es la Tierra el único planeta habitado con vida inteligente?
En el proyecto ALOUM creemos que no, y por eso dedicamos grandes esfuerzos en buscar indicios de la existencia de otras especies en planetas remotos.
Hemos iniciado en Marte la construcción de la super-nave que nos llevará más allá de los confines del espacio conocido.
Las primeras estructuras metálicas ya se hallan ubicadas en su lugar a la espera de ser ensambladas.
Diez meses después, el anillo, que será el soporte vital primario, comienza a tomar forma.
La estructura metálica del anillo principal está montada y rumbo a una factoría tecnológica.
Recuerdo la primera vez que me hablaron del proyecto ALOUM; no di crédito a lo que escuchaba. Me parecieron un grupo de fanáticos — todos y cada uno excepcionalmente charlatanes— empeñados en escapar de la Tierra para colonizar algún planeta perdido en el universo. No les hice mucho caso y en seguida me olvidé de ellos.
Dos años más tarde, recibí una de sus comunicaciones en las que me solicitaban ayuda económica para financiar la construcción del Aloum 01, una nave de enormes proporciones, dotada de un sistema de habitabilidad único, diseñado por el ingeniero Kappesi, una eminencia en ingeniería espacial. Tampoco presté interés e ignoré por completo la petición económica.
Ocho años después, tuve el honor de ser invitado a una de las factorías de Marte para inspeccionar el trabajo final de ensamblaje de un nuevo tipo de nave robótica capaz de realizar las labores más pesadas en gravedad cero. Por el camino, a bordo de la lanzadera Sommit, me fijé en la mole de metal que un ejército de robots y operarios se afanaban en montar a más de cinco mil kilómetros de donde yo me encontraba. A pesar de la distancia, era perfectamente visible, e impresionaba su envergadura. Uno de mis acompañantes señaló que se trataba del Aloum 01 cuyos trabajos de fabricación se encontraban muy avanzados.
Es necesario considerar que, a pesar de todos los esfuerzos de la ciencia, la humanidad todavía no es capaz de superar la velocidad de la luz. Poseemos motores con una potencia excepcional que alcanzan velocidades próximas a la luz, pero no son suficientes para salvar las grandes distancias que ofrece el Universo. Viajar a planetas habitables sigue siendo una aventura de no retorno, pues hay que emplear siglos hasta llegar a ellos.
La Tierra, sin embargo, no me parece un mal lugar para vivir. Los humanos, después de pasar por diversas etapas oscuras, hemos superado la fase crítica en la que el nuestro pensamiento egoísta importaba más que la idea del bien, y con mucho esfuerzo, hemos logrado un planeta estable y limpio, que ofrece una vida cómoda para sus ciudadanos.
El proyecto ALOUM no es el primero que envía seres humanos a planetas remotos para establecer contacto, pero sí será el primer programa científico que recopilará datos del viaje y los enviará a la Tierra.
La mayoría de sus tripulantes serán colonos con conocimientos probados para practicar la agricultura, biocultura y construcción. Pero también viajarán a bordo científicos especializados en entornos alienígenas y fenómenos astronómicos. Por supuesto, habrá doctores, enfermeros, pilotos, ingenieros mecánicos y eléctricos, y toda clase de personal cualificado.
Me consta que el proyecto ALOUM se ha planificado minuciosamente, para evitar fallos críticos o imprevistos que arruinen el fabuloso viaje. Es por todos sabido y entendido que, más allá de Júpiter se hallarán completamente solos y desamparados; nadie les podrá ayudar si algo sale mal.