imaginario
Ciudadelas de defensa planetaria
Saga Aloum V
Saga Aloum V
Mi planeta, mi tesoro.
Los señores, amos de la colonización planetaria, se caracterizaron por su codicia extrema. Un mundo conquistado no se compartía con nadie, y se guardaba y protegía con todo lo que se tuviera al alcance. Por eso, no era extraño que se levantaran, en puntos estratégicos, auténticas ciudadelas de pura energía destinadas a repeler ataques externos.
Ciudadelas de defensa en las cercanías de grandes ciudades
Ciudadela de defensa del planeta Opanca
Levantada por operarios del clan Bo, disponía de un centenar de torres de defensa separadas tan solo por un kilómetro de distancia entre sí. Cuando eran activadas, creaban un escudo protector de grueso tamaño capaz de envolver a una ciudad de más de cincuenta mil personas.
Fue usada varias veces con resultados satisfactorios.
Generador de escudo orbital
Estas grades moles de metal y energía, fueron creadas por el clan Ro para proteger desde tierra las estaciones orbitales que defendían los planetas. Aunque eran altamente efectivas contra ataques de cruceros de guerra, su coste de mantenimiento era muy elevado, por lo que solo se construyeron dos prototipos.
Ciudadela del planeta Opanca. Fase 2
Opanca es un mundo rico en recursos minerales y con un clima benigno gracias al cual, se pueden obtener grandes cosechas de diferentes productos todo el año. La enorme riqueza generó grandes beneficios que los señores destinaron, en su mayor parte, a construir varios sistemas defensivos. La fase 2 consistió en un extenso campo de torres defensivas que cubrían tanto las minas adyacentes como centros de población.
Ciudadela del planeta Opanca. Fase 3
En la última fase de construcción de defensas, cuando el planeta ya se encontraba bajo la influencia del clan Ro, se levantaron puntos defensivos de grandes proporciones tanto en el ecuador como en los polos. En una incursión de los clanes dorados, se pudo comprobar la efectividad de estas barreras de defensa. Aunque varios cruceros las atacaron sin tregua, no consiguieron abrir una brecha para que penetraran las naves de asalto.
Instituto de investigación científica
Aunque era un edificio destinado a la investigación y no a la defensa, sus sistemas de repulsión de ataques lo convirtieron en un lugar inexpugnable. Diseñado por científicos del clan Ro, en sus laboratorios se lograron grandes avances en tecnología militar, y se diseñaron los últimos prototipos de naves de guerra.
Ciudadela tipo "Himalta"
El clan Ro defendió sus planetas con gran meticulosidad. Un grupo numeroso de sus científicos se dedicó durante años a mejorar los escudos de las ciudadelas, logrando que fueran más potentes y duraderos. Además, con las torres Himalta fueron capaces de extender el radio de efectividad de los campos de energía varios kilómetros más.
Ciudadela tipo "Samuca"
Fue una de las más extraordinarias barreras de defensa. Levantada por el clan Ze en un mundo rico en recursos minerales en el que construían sus naves de guerra, pronto fueron extendidas a otros planetas aliados para protegerlos de ataques por sorpresa. Lo más destacado de estas torres era la rapidez con la que extendían su campo de fuerza y su capacidad por aumentar el escudo a intervalos, cuando los ataques eran más virulentos.
Instituto de investigación tecnológica del clan Ze.
Una mala imitación de los institutos de investigación del clan Ro. A pesar de su mal funcionamiento, al principio de su creación, de estos edificios salieron nuevos diseños de cañones y robots,. Los avances logrados no fueron significativos, pero se logró mejorar sus sistemas de producción. Así por ejemplo, al final de la tercera guerra de clanes, el clan Ze fue capaz de fabricar más de mil robots en un año.
Ciudadela del planeta Gamida
Fue en realidad un enclave de protección construido en varias fases. Al principio solo protegía a las personas que se refugiaban en sus torres, pero con la expansión de la colonización y el aumento de la riqueza del planeta, se amplió el tamaño de cada torre y se las dotó de mejores generadores de escudos. En su última fase, era capaz de levantar un halo de protección de un radio de dos kilómetros y medio.
Instituto de defensa del planeta Cenov
Este edificio, dotado de grandes medidas de protección, representó una evolución en los sistemas de investigación de los clanes. Hasta su construcción, los científicos se habían limitado a copiar instrumentos alienígenas. Pero este instituto desarrolló una mejora desconocida:, un escudo diferente, capaz de contener en su interior objetos pesados. El campo de fuerza, a la vez que impedía disparos externos, ayudaba a que la estructura del edificio no se resintiera por el descomunal peso albergado en su interior.